
Isabela Muñoz Restrepo
Psicóloga de la Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia.
Diplomado en Tanatología de la Universidad Iberoamericana de Monterrey, Especialista en Procesos de Duelo y cursando en la actualidad el programa de Experto en Procesos de Duelo de APERTUS Psicólogos con José Gonzalez.
Mi Historia
Pasé de hacer joyas a hablar sobre el duelo y sobre la muerte.
¿Por qué?
Pasé 8 años viviendo y transitando un cáncer que padeció mi padre, tiempo en el cual jamás se habló en familia o individualmente sobre su muerte. Eso hizo que viviera 8 años en mucha angustia esperando el día y el momento de su trascender. De igual manera, hizo que cerca de su muerte, él ya postrado en una cama de hospital tuviéramos que tomar una decisiones como por ejemplo el de no resucitar o sus ritos fúnebres sin saber realmente sus anhelos.
Vivi los ultimos meses de enfermedad de mi padre, en una clinica, siendo su cuidadora y dejando mi vida de lado. en estos meses, no tuvimos acompañamiento terapéutico y muy poco el equipo medico nos hablo sobre el buen morir, el trecho terapéutico y el encarecimiento medico.
Antes y deespues de su muerte, tuve que ocuparme de diferentes responsabilidades y asuntos laborales que deja el trascender de un ser querido. En consecuencia a la inmensa tanatofobia que vivimos en esos anos, mi padre dejo pocas cosas listas sobre su patrimonio lo cual hizo, que viviera un proceso de sucesión extremadamente doloroso y que al final termino intensificando mi proceso de duelo.
Y finalmente (pero no menos importante), dos meses despuies de su muerte, se termina una relacon de pareja de tres anos principalmente por el desgaste que vivimos juntos los últimos meses de vida de mi padre pero también, por la soledad tan profunda en la que me encontre en ese momento de mi vida. Esto es importante pues, también, intensifico mi proceso de duelo de muchas maneras.
De esta forma, vivi durante meses si no anos en profunda quietud, en angustia, en sufrimiento y cuestionandome mi existencia y la existencia humana -en general-. Quería avanzar pero no sabia cómo pues sentía que si lo hacía estaría olvidando y soltando a mi padre. Y además estaría aceptando su muerte.
Sentí por un año muy largo que lo había perdido todo: a mi padre, mi pareja de ese momento, mis amigos, mi vida, mi sentido de vida y mi trabajo. No sabía cómo reconstruirme y mucho menos parar de sentir tan inmenso dolor. No tenía herramientas.
Así que empece a estudiar sobre el duelo y sobre la muerte, busque acompañamiento terapéutico y con mucho esfuerzo empece a moverme, a dejar ir, a soltar, a integrar a mi padre a mi vida y a reconstruir mi vida. Y con eso, llego a mi alma y a mi corazón la profunda vocación de acompañar a otros dolientes en sus procesos de duelo y construir herramientas que yo no tuve para que ellos sí las tuvieran.
Acompañar a mi padre en su trascender hizo que yo muriera para volver a renacer.
Deseándote toda la paz, la plenitud, la serenidad y la sanación para tu proceso de duelo. Gracias por llegar hasta aqui y para mi seria un honor poderte acompañar en tu proceso.
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